Desde ahora en adelante me ponto otro reto, como me los he puesto en otros momentos y he terminado por declinar, porque en ese momento era lo que necesitaba, lo que sentía, lo que creía, y hoy lo que pienso es que hay que ser honesto, comprometer las manos, ensuciarse los dedos mientras escribes, como cuando escribes a mano con pluma de gel y terminas manchado, Dios bendice a los zurdos porque de manera natural lo hacen.
Quiero dejar de ser aburrido y ser libre de pensamiento o acercarme a ello. Alejandra Pizarnik en las cartas que tenia con su psicoanalista Leon Ostrov (creo que escribo bien su nombre) hacía una comparación de ella con Kafka, ella daba a entender que era libre, por el tipo de vida que llevaba, llevaba al extremo este pensamiento a través de sus actos y que Kafka lo practicaba en pensamiento, en la letra, en su obra, pues bien, ahora en este momento, tratare de ser Kafka, no porque piense que puedo escribir como el, que sin duda no lo creo, sino porque quiero ponerme en esa posición, en liberar la mano, escribir sin esperar la mirada del otro, como Franz le escribía a su padre, sin esperar que lo leyera,no ser el Kafka convertido en bicho sino el Kafka que lo creó.Entonces seré Kafka, por lo menos en mi imaginación, por lo menos en la actitud, y si no logro ser un Kafka para el lector, por lo menos perseguirlo en mi mente, en mis deseos, en mis manos.
Por el momento y ya explicado el compromiso Kafkiano que tratare de emprender, intentare contar algo, estoy sin nada preparado, solamente el deseo de decir, a fin de cuentas, todos tenemos algo decir y no podemos no hacerlo, hasta el callar dirá algo de notros. Últimamente, me parece que me he mantenido alerta y atento, mi historia personal y mis estudios, me han inclinado al estudio de las personas y en especifico centrarme en el sufrimiento de ellas, el día de hoy me encuentro como pasante en un hospital donde se brinda tratamiento psiquiátrico, en primer lugar el nombre ya nos dice algo (psiquiátrico), las personas entran por algún tipo de crisis emocional y mental, la clínica en la que me encuentro es llamada de trastornos afectivos, en las cuales entran personas diagnosticados con trastornos de la personalidad, el trastorno más común es el trastorno limite de la personalidad o mejor conocido como borderline, y para los del gremio organicista les doy un guiño diciéndoles F60.3, cada quien, dependiendo de su formación tiene algo que decir respecto a esto, siendo mu puristas, se puede alegar y argumentar en contra del uso de fármacos en estos pacientes por no estar demostrada su efectividad en la recesión de síntomas. A diario escucho, como intentan quitarse la vida por una pelea con la pareja u otro problema que si lo vemos como ajeno, podemos creer que es poca cosa el motivo, Albert Camus diría que primero hay que pensar en si vale la pena vivir y después nos ocuparemos de las otras cosas, en el impulso pareciera que no tiene sentido, pero el problema viene más de identidad que de relaciones de pareja, al encontrarse sin la otra persona, aquello que da sentido, aquello que observa, que forma, no esta, entonces es que no se sabe quien es, es la angustia total, no hay quien nombre, entonces se elije morir, se elije ser el acto. Retomando a Camus, diría que es absurdo morir por aquello que se vive. Entonces morir por la pareja sería como morir por salvar al planeta o a la patria o por honor, invocaremos a Camus otra vez y diremos que no es porque no haya causas nobles por las cuales morir sino por lo absurdo que es morir por aquello que se vive. habrá que decir que entonces no esta en buscar la muerte, que a fin de cuentas nuestro cuerpo nos arrastra a ella, sino en buscar algo por lo cual vivir y no buscar morir por eso, por aquello de lo absurdo y el suicidio,
No solo son las parejas, son tus creencias religiosas, filosóficas y/o políticas, es el trabajo, la familia, una idea y todo aquello que nos contiene, entonces creo que se me a revelado la respuesta, y tal vez sean mis delirios postmodernos (guiño, guiño), hay que devaluar la permanencia y poner en alto la capacidad de cambio, hay que reinventarse, por lo menos una vez al mes para ponerlo en el calendario, puede que sea más, pero estoy seguro que no es menos, hay que ser Kafka escribiendo la metamorfosis.