sábado, 22 de octubre de 2016

Los sentimientos y los símbolos

Hay personas que postulan a los sentimientos como símbolos sencillos, neurotransmisores y hormonas en nuestro cuerpo, los cuales hacen que reaccionemos a distintas situaciones de maneras determinadas, postulan que esto sera cierto en todos los casos, por ejemplo que la tristeza sea A y la alegría sea B, entonces el sujeto es N, entonces podría decirse que en:

A) N + A = NA entonces NA es sujeto triste
B) N + B = NB, sujeto alegre
C) N + A + B = NAB, sujeto triste y alegre

Ahora agregamos C = Enojo, D=Miedo. 

A) N + C = NC sujeto molesto
B) N + D = ND sujeto miedoso
C) N + A + B + C + D = Personas

Bajo este sencillo esquema la vida es fácil. Ahora la probamos en otras experiencias de la vida entonces: 

  • Mi novia me deja = NA
  • Termino a mi novia = NC
  • Beso a mi novia = NB
  • No encuentro novia = ND
  • Mi novia = NACBD


La propuesta dice que solo hay que hacer variaciones de letras y emociones y con esto basta para describir la experiencia humana, el lector pensara que estos hombres son unos genios, yo tengo mis dudas, y voy a refutar esta teoría con tan solo una frase:

Una mañana, después de un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto.

sábado, 16 de julio de 2016

Hablaremos del destino.

Hablaremos del destino, entonces como en otras ocasiones lo he mencionado cuando hablamos de destino de manera inevitable tenemos que hablar de sucesos y de personas, sucesos por que hay algo que pasa y de personas porque es a quien le suceden, no todo destino es desfavorable o termina en muerte aunque todos conozcamos la ultima estación de la vida.

Toda la muerte es destino, no todo destino es muerte, hay cosas que van en medio, que llenan ese tiempo, que van desde una mamila hasta un beso largo, entonces también hablamos de muerte porque besar es morir. A veces se reencarna en seres bellos y con gracia, es entonces cuando sabes que no todo es muerte. Que no todo destino es bello es una posibilidad que encarar, hay que hacerle frente, en muchas ocasiones lo que debemos aceptar es que hay cosas inefables, hay sitios donde la palabra no alcanza, donde hay que quedarnos mudos, no todo se nombra. Entonces nos sentamos en esos sitios y esperamos.

domingo, 10 de julio de 2016

Tomamos la avenida A

Dentro de mi hay un humeral que florece, como desde un centro que se abre para todos lados, como si quisiera salir, esconderse,entonces  me pregunto ¿Quien fuera Juan o Pedro? O por que no ¿Alejandro? Pero si ya soy, entonces ¿qué vale más en el ser?

Tomamos la avenida A y giramos a la izquierda, me encuentro esperando el verde, el papá de mi amigo me voltea a ver con cara de asombro o es como de enfado, yo solo trato de no hablar para no parecer idiota, es triste pero los problemas son sencillos, entonces es cuando me pregunto que es lo paradójico, siempre habrá cosas paradójicas o a veces no hay sentido ni por el reverso ni al derecho.

Pensándolo bien, aquella noche abandoné el ballet, no hay forma de que regrese, por lo menos no siendo el mismo, por lo menos no siendo otro, y es que si sientes que desfalleces no es el resultado de una o dos ,sino de tres o cuatro, pero cual sera el fin último, ¿la calma?, el dolor? O la penumbra de tus ojos azulados que se oscurecen al pasar la noche y es cuando lo veo todo más claro y aunque suene extraño es que siempre lo espere, lo espere como cuando un novio espera a su futura esposa y esta nunca llega, lo deja o se dejan, porque tal vez lo acordaron y tal vez la mala no es ella sino el y ella pudo fugarse en cuanto el novio parpadeo, en cuanto tuvo un momento de flaqueza.
Entonces ya no hay asombro, eso se queda para unos cuantos, para los incautos , para los ilusos, para aquellos que no saben que todo esto ya esta arreglado o por lo menos pensado, que nada puede ser coincidencia, que más bien es destino, un destino sucesivo e infinito. 

sábado, 4 de junio de 2016

El compromiso Kafkiano

Me voy a reinventar, hasta el día de hoy he estado utilizando este blog de una manera muy artificial, intentando escribir como para gustar, como para ser leído, como para impresionar, eso trae consigo a lo menos para mi una escasez de creatividad y de motivación, a fin de cuentas el hacerlo no es para el otro, escribir es para ti, es desenredar un poco el nudo de palabras que tienes por dentro, sacar un hilo de letras y acomodarlo de tal manera que comunique algo o no diga nada pero esté y permanezca. Al otro tal vez le parezca extraño o tal vez muy cercano, tanto que lo tome como suyo, como si fuera escrito para ellos.

Desde ahora en adelante me ponto otro reto, como me los he puesto en otros momentos y he terminado por declinar, porque en ese momento era lo que necesitaba, lo que sentía, lo que creía, y hoy lo que pienso es que hay que ser honesto,  comprometer las manos, ensuciarse los dedos mientras escribes, como cuando escribes a mano con pluma de gel y terminas manchado, Dios bendice a los zurdos porque de manera natural lo hacen.

Quiero dejar de ser aburrido y ser libre de pensamiento o acercarme a ello. Alejandra Pizarnik en las cartas que tenia con su psicoanalista Leon Ostrov (creo que escribo bien su nombre) hacía una comparación de ella con Kafka, ella daba a entender que era libre, por el tipo de vida que llevaba, llevaba al extremo este pensamiento a través de sus actos y que Kafka lo practicaba en pensamiento, en la letra, en su obra, pues bien, ahora en este momento, tratare de ser Kafka, no porque piense que puedo escribir como el, que sin duda no lo creo, sino porque quiero ponerme en esa posición, en liberar la mano, escribir sin esperar la mirada del otro, como Franz le escribía a su padre, sin esperar que lo leyera,no ser el Kafka convertido en bicho sino el Kafka que lo creó.Entonces seré Kafka, por lo menos en mi imaginación, por lo menos en la actitud, y si no logro ser un Kafka para el lector, por lo menos perseguirlo en mi mente, en mis deseos, en mis manos.

Por el momento y ya explicado el compromiso Kafkiano que tratare de emprender, intentare contar algo, estoy sin nada preparado, solamente el deseo de decir, a fin de cuentas, todos tenemos algo decir y no podemos no hacerlo, hasta el callar dirá algo de notros. Últimamente, me parece que me he mantenido alerta y atento, mi historia personal y mis estudios, me han inclinado al estudio de las personas y en especifico centrarme en el sufrimiento de ellas, el día de hoy me encuentro como pasante en un hospital donde se brinda tratamiento psiquiátrico, en primer lugar el nombre ya nos dice algo (psiquiátrico), las personas entran por algún tipo de crisis emocional y mental, la clínica en la que me encuentro es llamada de trastornos afectivos, en las cuales entran personas diagnosticados con trastornos de la personalidad, el trastorno más común es el trastorno limite de la personalidad o mejor conocido como borderline, y para los del gremio organicista les doy un guiño diciéndoles F60.3, cada quien, dependiendo de su formación tiene algo que decir respecto a esto, siendo mu puristas, se puede alegar y argumentar en contra del uso de fármacos en estos pacientes por no estar demostrada su efectividad en la recesión de síntomas. A diario escucho, como intentan quitarse la vida por una pelea con la pareja u otro problema que si lo vemos como ajeno, podemos creer que es poca cosa el motivo, Albert Camus diría que primero hay que pensar en si vale la pena vivir y después nos ocuparemos de las otras cosas, en el impulso pareciera que no tiene sentido,  pero el problema viene más de identidad que de relaciones de pareja, al encontrarse sin la otra persona, aquello que da sentido, aquello que observa, que forma, no esta, entonces es que no se sabe quien es, es la angustia total, no hay quien nombre, entonces se elije morir, se elije ser el acto. Retomando a Camus, diría que es absurdo morir por aquello que se vive. Entonces morir por la pareja sería como morir por salvar al planeta o a la patria o por honor, invocaremos a Camus otra vez y diremos que no es porque no haya causas nobles por las cuales morir sino por lo absurdo que es morir por aquello que se vive. habrá que decir que entonces no esta en buscar la muerte, que a fin de cuentas nuestro cuerpo nos arrastra a ella, sino en buscar algo por lo cual vivir y no buscar morir por eso, por aquello de lo absurdo y el suicidio,

No solo son las parejas, son tus creencias religiosas, filosóficas y/o políticas, es el trabajo, la familia, una idea y todo aquello que nos contiene, entonces creo que se me a revelado la respuesta, y tal vez sean mis delirios postmodernos (guiño, guiño), hay que devaluar la permanencia y poner en alto la capacidad de cambio, hay que reinventarse, por lo menos una vez al mes para ponerlo en el calendario, puede que sea más, pero estoy seguro que no es menos, hay que ser Kafka escribiendo la metamorfosis.

jueves, 14 de enero de 2016

El reto de no morirse por dentro.

Mi madre me llama a la puerta, dice que me levante, no me gusta, lloro, pataleo y grito. Quiere que me siente y coma, yo quiero, en cambio alargar mi sueño, y es que los sueños a veces son bastante divertidos o te sumergen en historias o lugares que pueden ser lejanos o lugares dentro de ti, como ese lugar donde se guardan las palabras, ese sitio donde son escogidas y en lugar de lanzar un
               —¡No, quiero seguir durmiendo!
Se lanza un tímido
               —Si —y camino hacía la mesa y desayuno.
Desayuno huevos con pan, y es que desayuno en lugar de estar soñando y buscando por que desde hace días aunque me baño siento que apesto, desde adentro apesto, hay cosas que por dentro se están dañando.

Doscientos cincuenta y cinco es un número muy largo, podría escribirlo 255 y se vuelve corto pero también le quita el sentido, porque para mi tiene mas sentido decir que tengo doscientos cincuenta y cinco sueños, en lugar de decir desde hace 255 días que no duermo, lo veo absurdo, claro, pero si bien en este momento no sé que significa para mi ese número, una voz me retumba que no es por casualidad, porque desde ese lugar desde donde me pudro, se escogió primero 255 y no solamente diez o doce, igual no tendría mucho sentido pensarlo por mucho tiempo, porque si lograra encontrar la razón seguramente no la escribiría y lo dejaría así nada más para que ustedes lo vieran.

¡Acepto el reto! me sentare aquí y pondré mis símbolos a tu disposición, así nada más, sin pensarlo, para ver si logró ventilar mis entrañas.

miércoles, 13 de enero de 2016

Para buscarse hay que encontrarse.

Hay situaciones en la vida por ejemplo cuando leo un libro o una revista estando en un parque, una biblioteca o mi cuarto y logro por unos minutos olvidarme de donde se encuentra físicamente mi cuerpo porque por un momento puedo estar encerrado en un manicomio o amarrado de un árbol en el patio de una casa y pocas pero agradables veces disfrutando la entrada a un país llamado el Dorado. Y es que a fin de cuentas en esos momentos poco importa si un mosquito con algún virus te quiere picar en las piernas o si vas caminando y puedes chocar contra una puerta que esta cerrada.
También hay otros momentos en los que importa poco si el receptor entiende lo que digo, porque lo hago para envolverme en mi discurso, tratar de buscar esos símbolos pegados a las palabras que puedan llevarme a descubrir mientras le habla al otro quien soy. Y no siempre es solo mi historia, mis vivencias mis recuerdos, otras veces lo que hablo es ese discurso que escuche, que me dijeron, que esta grabado en una placa de un parque o que esta escrito en un libro de texto. Las personas somos un gran discurso, con distintos temas que se engloban en un solo sujeto, información condensada en lo que a veces y solo por partes podemos ver en un espejo.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Cuento "El problema lo tienen ustedes"

El problema lo tienen ustedes
Alejandro Juárez

Mira amigo, es cierto que ustedes son los que dirigen esto, pero eso no significa que tenga que creerles todo lo que dicen sobre mí. Todas las mañanas me levanto pensando en las razones por las que me quieren tener aquí, inmediatamente un enfermero se para enfrente mí y me obliga a tomar varias medicinas para dejarme adormilado. Al principio intentaba recordar los nombres de los medicamentos para saber cuáles serían sus efectos, pero son tantos que terminé por olvidarlos.

Veinte minutos después llegas tú, con tu cara de buen amigo. Hablas y hablas sin parar, como si me importara lo que dices. No quiero que te sientas mal, pero es que de verdad no dices algo que tenga sentido, me dices que tengo un problema y yo te digo que no lo tengo. Yo sé que todos dicen lo mismo, pero yo no debería estar aquí, yo soy diferente.

No me veas así es la verdad, yo sé que tienes buena voluntad, pero yo siento que sabes poco de lo que realmente me pasa, como vas a saber de mi si me conoces solo desde que llegue. Es enserio, tú y los otros vienen aquí con sus batas blancas, con cara de saberlo todo, pero yo les huelo el miedo a equivocarse, buscan cosas donde no las van a encontrar porque yo no tengo nada. Me recuerdan mucho a mi familia metiéndose en cosas que no tienen importancia. Todos los miércoles me reunía con ellos en una pequeña comida, todas esas veces eludía sus preguntas: ¿Cómo te va? ¿Ya ahorraste dinero? ¿Cómo va el negocio de tu padre? De vez en cuando me molestaba y les gritaba que se callaran. Te lo diría a ti también, pero la verdad es que se nota que eres muy sensible y no quiero que salgas lastimado.

Para que sepas un poquito más de lo que me paso te voy a contar mi historia: un sábado saliendo de la empresa que me regalo mi padre, un bello gesto decían mis familiares, aunque para mí, el estar 10 horas sentado en una oficina me tenían muy enfadado, así que para salir de la rutina compré unas latas de pintura y me dispuse a decorar la casa con dibujos grandes por todas las paredes, al principio solo hice las figuras que se me ocurrieran, después de un rato me di cuenta que tenían formas de caras, algunas parecían tener los ojos tapados, pero otras tenían unos ojos muy grandes que parecían observarme, seguí con eso por tres días seguidos sin parar, no dormí ni un segundo. La casa termino muy bonita, toda adornada. Pinturas hermosas por todos lados. Al terminar la cabeza más grande, me di cuenta que algo faltaba, pero la pintura se me había terminado, necesitaba algo para seguir con mi obra y comencé a tomar mis cosas para pegarlas a la pared, de este modo pude formar los cuerpos. En un salón utilicé todos mis zapatos y ropa, en otro mis papeles del trabajo, en la cocina todos los electrodomésticos y así seguí por todos los cuartos. Dejar cosas en el suelo me parecía aburrido así que colgué todo lo que había en la casa.

 Cuando no quedaba nada por colgar, me dedique a ver las caras, grandes ojos por todos lados, no dejaban de mirarme, algo querían decirme. Una de ellas, la última que pinté me observaba sin descanso, necesitaba un poco de quietud así que me acosté en el suelo. Esa gran cara no dejaba de verme y podía sentir su mirada, observé hacia todos lados y me di cuenta que todo estaba en las paredes menos yo. La cara me seguía mirando, en eso empecé a percibir un olor a plástico quemado, bajé la mirada y de mis zapatos salía humo. No encontraba una explicación a lo que estaba pasando, pero podía sentir esos ojos vigilando todos mis movimientos, corrí de un lado a otro para evitar quemarme, pero nada funcionaba.

Después de unos minutos de bajar y subir por toda la casa, el calor se había vuelto tan intenso que se parecía al mismísimo infierno, esos ojos no dejaron de observarme. En la desesperación comencé a gritarle a ese rostro en la pared, algo en su mirada me decía que tenía algo que ver con lo del piso. Pero ella no respondía, pude dar un último vistazo a la casa, todo estaba vacío, todas mis cosas estaban en la pared excepto yo.
              –Entiendo tu mensaje, tengo que estar como ustedes –le dije gritando a ese gran rostro.

 Puse unos grandes clavos, amarré unas cobijas y pude levantarme del piso de esa manera. Luego de un rato me dolían las manos y empecé a gritar del dolor.

Para este momento ya me había olvidado de mi esposa. Ella se apareció y empezó a cuestionarme, me gritaba muchas cosas, yo solo le decía que se alejara del piso y ella salió corriendo de la casa. Aunque estaba cansado de estar colgado me sentí feliz porque ella estaba a salvo de quemarse. No sé cuánto tiempo paso y en eso entraron ustedes, no hace falta que te explique qué paso porque ya conoces la historia.

Lo que si te puedo decir es que extraño mucho mi casa. Extraño ver esas paredes con todo colgado, quedo realmente hermosa, se convirtió en una obra de arte en la que puedes vivir. Fue tan bello que recuerdo donde puse cada cosa. Un amigo de aquí, me dice que, a un primo de él le paso lo mismo en su casa, tuvo que llamar a un brujo de su barrio, el hombre derramo una solución de agua con sal y quedo resuelto. Ya tengo la solución para regresar y hacerlo. Sabes, lo primero que haría es invitar a mis amigos para que puedan verlo, en una de esas hasta cobro por entrar como en el museo.

Me gusta pensar en eso, tal vez pueda dejar mi trabajo y administrar mi casa, pero luego me acuerdo de ustedes. No me caen tan mal, pero no me dejan salir, nadie me dice la fecha de mi salida, solo me dicen que me espere, que ya vendrá mi tiempo y no les entiendo. Te quiero explicar que yo no dañe a nadie. La pintura la pague con la tarjeta de crédito y todavía no se vence mi fecha de pago, las cosas que pegue en las paredes eran mías y las paredes están en la casa que yo mismo pague. Entonces desde donde yo lo veo solo hay que solucionar lo del piso. Pero no se preocupen ya les dije que es fácil de solucionar. Sin embargo, ustedes se empeñan por mantenerme aquí, así que después de tanto darle vueltas en la cabeza llegue a la conclusión que el problema lo tienen ustedes.