lunes, 5 de octubre de 2015

¿Absurdo?

 

Que puedo o quiero decir de lo absurdo, desde mi perspectiva el hombre se forma a través de experiencias que siempre van aumentando, es una gran obra de sus actos; estas vivencias hacen actuar al hombre por distintos caminos. En nuestra realidad, muchas veces es guiada por la obtención de placeres, el consumo y así jugamos algo que inventamos nosotros "el capitalismo". El cual, a pesar de ser algo creado por los humanos, ahora nos domina. Un sujeto no puede disfrutar el uso del agua libremente porque hay que pagar una cuota o de las innumerables aplicaciones de la ciencia porque habrá que pagar una al "inventor". En otras ocasiones no solo es para el disfrute porque deja a otros sin lo básico por no poder pagar lo que llamamos servicios básicos o de alimentación, los que se resisten o conservan culturas alejados de estos contratos sociales se ven adoctrinadas para unirlos a ellos, crear igualdad en este tipo de pensamiento; este sistema es hecho con un fuerte pensamiento de que para ser triunfador hay que tener merito o ser ganador de un juego de azar, por lo tanto hay que volverse responsable de la propia derrota, como si se viviera en un mundo aislado.

 

El tiempo posmoderno ha creado nuevas religiones y estas a su vez tienen sus propios y renovados Dioses, los Dioses de los grandes corporativos, mientras tanto en la verdadera tierra, los hombres trabajan para pagar sus estilos de vida o en muchos casos para sobrevivir. El placer de tener una familia muchas veces se ve superado por la preocupación de mantenerlos, el crimen aprovecha estas circunstancias y suma como adeptos a todo hombre, mujer o jóvenes que desesperados no quieren seguir las reglas juego tradicional y prefieren meterse a otro en el que el riesgo es ser asesinado si fallas en él. Estos hombres y mujeres son solo productos de un cumulo de malas decisiones, es un malestar mundial y que esta de "moda" en Latinoamérica. ¿A quién culpar? habrá mucho que decir, tal vez tomar una posición moral y señalarlos como ovejas descarriadas, unos despiadados, pero sin entender sus circunstancias no podremos hacer teorías, este malestar esta tan arraigado que los jóvenes mexicanos ven a un sicario, secuestrador o a cualquier criminal como símbolo de respeto y veneración, solo basta escuchar los narcocorridos.

 

Con gran sentido social tomaré "lo absurdo", porque en el mismo modo que se presenta la idea personal del suicidio a través de la pregunta ¿vale la pena vivir? también surge ¿vale la pena que vivamos juntos? A la primera pregunta hasta donde se puede llegar no es a tener una respuesta específica, a lo que se puede llegar es que más allá de tener un valor lo que es comprobable es que ya es, que ya está, que ya hay un cuerpo, una mente y habrá que hacer algo con ella. ¿Qué cosas valdrán la pena hacer en esa vida que ya es? encontraríamos opiniones radicalizadas, desde una perspectiva consumista hasta sentidos de vida guiados por valores. La segunda pregunta, afirma la existencia del otro y que cosas valdrían la pena hacer en conjunto, estas dos dejan n desahucio a la señora que cocina, al niño en el aula, al joven que trabaja 12 horas con ideas de conseguir un aumento de puesto, también deja a las grandes ciudades con ese movimiento en la misma condición. En un momento histórico como el que vivimos, lo que en realidad vale la pena es hacerse estos cuestionamientos, desahuciar el espíritu, dejar la cotidianidad y tal vez podamos "repensar" nuevas rutas, rutas sociales sin manchas de sangre en el éxito de unos pocos.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario